Lagos para esquí náutico: el club de La Calera que consume más agua que Coca Cola
9 de noviembre de 2025
La Pradera de Potosí en La Calera (Cundinamarca) es un club residencial al que sus socios— o los invitados de estos— pueden ir a practicar esquí acuático, deportes con caballos o a jugar golf en verdes y bien podados prados. Afuera, al otro lado de la vía por la que se llega a este complejo campestre, están las casas de los habitantes de la vereda San Cayetano. Estos últimos, durante la sequía que se extendió entre enero de 2024 y parte de 2025, padecieron racionamientos de agua: durante semanas el líquido solo fluyó entre las 6 de la mañana y las 2 de la tarde. Incluso, durante cuatro días el agua no llegó por los grifos. Mientras tanto, en el club jugaban golf, hacían esquí acuático, hacían deportes con caballos y las casas tenían servicio continuo de agua. Además, 25 lagos servían para el esparcimiento visual de las pocas personas que lograban entrar al lugar.
Documentos de la Corporación Autónoma Regional (CAR), a los que accedió VORÁGINE, dan cuenta de que La Pradera de Potosí captó miles de metros cúbicos de agua mientras que en La Calera y Bogotá se imponían cortes de ese líquido. Lo hicieron gracias a dos concesiones, una doméstica y una recreativa. Según una base de datos que la misma entidad le envió a este medio, el club es el tercer mayor captador de agua del municipio, solo superado por compañías que le brindan el servicio a cientos de miles de personas: la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y la Empresa de Servicios Públicos de La Calera. Incluso, ese club residencial acumula cinco veces más agua que la planta de Coca Cola ubicada en la vereda Santa Helena.
La megaconcesión recreativa que le permite a La Pradera de Potosí captar líquido de tres quebradas es mucho mayor a las que tienen varios acueductos veredales de la zona que la utilizan para el consumo humano. El club le pagó al Estado en 2023 $20.191.000 por el uso de miles de metros cúbicos de agua, mientras que una casa estrato tres en la misma vereda puede pagar $6.818 por cada metro cúbico.
“A mí me parece injusto que se use agua para fines recreativos. Yo he entrado a La Pradera y he visto que el agua la almacenan en esos lagos, la mayoría son solo para mirarlos, o sea, solo para que se vean bonito”, le dijo a VORÁGINE un habitante de la vereda San Cayetano que sufrió la escasez de agua en las sequías prolongadas de 2024 y 2025.
Otros hechos que quedaron consignados en archivos de la CAR se refieren a incumplimientos del club. La Pradera de Potosí se comprometió a devolver toda el agua captada para la concesión recreativa. Pero, en un informe del 2 de julio de 2024 se lee: “En relación al retorno del caudal captado de las tres fuentes hídricas es realizado al río Teusacá como fuente receptora, sin embargo, al no contar con sistema de macromedición no es posible determinar si se está realizando el retorno del 100% del caudal”. También advierte que sería casi imposible: “Teniendo en cuenta que el uso del agua corresponde a usos paisajísticos y recreativos se genera pérdidas por evaporación”. Es decir, parte del líquido se pierde en el camino.
Eso preocupa a Robinson Carvajal, integrante de veeduría ambiental llamada Échele ojito al agua: “extraer agua del lugar tiene connotaciones negativas hacia la biodiversidad y el mantenimiento del ecosistema”. Y agrega: “Eso hace parte de un proceso de privatización del agua porque se está captando en un punto, se privatiza y donde se descarga se puede generar alguna afectación”, agregó.
Poder empresarial y político
“La persona que entre a ser socia de La Pradera de Potosí es alguien con mucho dinero, no cualquier persona puede ser parte de esa sociedad”, le dijo Carvajal a este medio.
El veedor ambiental no conocía la dimensión de las concesiones de agua de las que goza La Pradera de Potosí. Para hacerse a una idea, mientras que el acueducto comunitario llamado Junta Administradora del Servicio de Agua Potable de la Vereda San Cayetano puede captar 0,13 litros por segundo, el club residencial tiene dos concesiones que suman 17,49 litros por segundo, según datos de la CAR que conoció VORÁGINE.
El caso de La Pradera de Potosí en La Calera es un retrato de lo que significa el acceso al agua en Colombia, y configura una de las múltiples caras de la desigualdad. Las investigadoras Sandra Brown y María Cecilia Roa analizaron una base de datos de 28.104 concesiones de agua en el país y concluyeron: “las concesiones parecen ser un mecanismo de exclusión, ya que solo una minoría de usuarios tiene alguna y la distribución de los volúmenes entre ellos es extremadamente desigual”.
VORÁGINE consultó a cuatro fuentes que coincidieron en afirmar que en el club viven personajes como Gloria Pachón, mamá del alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán, Vicky Dávila, precandidata presidencial de derecha y Daniel Palacios, exministro de Iván Duque.
En los documentos que el club le entregó a la Cámara de Comercio de Bogotá aparecen los nombres de los miembros de la junta directiva entre abril de 2024 y marzo de 2025: Eduardo Calero Arcila, presidente en Colombia de PriceWaterhouse (una de las cuatro firmas más grandes de servicios financieros del mundo); Juan Diego Correa, director de Banca Privada de Davivienda; Carolina Guillén Gómez, quien se ha desempeñado como árbitro de la Cámara de Comercio de Bogotá, entre otros.
Sin racionamiento y en plena sequía
La concesión para uso doméstico de La Pradera de Potosí le permite al club captar agua de un pozo profundo. En 2015 la CAR le había otorgado un caudal de 5,38 litros por segundo, y en 2021 la misma entidad decidió ampliarlo hasta 6,49. Ese acueducto surte a 373 usuarios.
Los volúmenes de captación de agua del club se han sostenido, incluso, en contextos en los que el líquido ha escaseado. El 31 de enero de 2024 Noticias Caracol reportó el inicio de los racionamientos en el casco urbano y algunas zonas rurales de La Calera. Meses después, el 10 de julio de 2024, la CAR hizo una visita a Pradera de Potosí para hacerle seguimiento a la concesión doméstica y en el documento se lee: “en función del pozo profundo no se ha realizado racionamiento en el presente año”.

Daniel Piñeros, gerente del acueducto de La Pradera de Potosí, le confirmó a VORÁGINE que en el club no hubo racionamiento durante 2024 ni 2025. “Esta garantía de suministro no nos hizo indolentes ante la crisis general. Por el contrario, demostrando solidaridad hídrica, reducimos voluntariamente nuestras posibilidades de captación de agua y alineamos todas nuestras operaciones y el marco legal interno con las disposiciones del racionamiento general”, dijo.
Pero, la CAR tiene datos que contrastan con la versión de Piñeros y dan cuenta de que en La Pradera de Potosí no hubo un ahorro significativo durante la época en que millones de personas padecían racionamientos: entre diciembre de 2023 y enero y febrero de 2024 en el club captaron 47.851 metros cúbicos de agua que extrajeron del pozo profundo. En el mismo periodo, un año más tarde, el volumen llegó a 47.147 metros cúbicos. Es decir, la variación fue apenas del 1,48%.


Ese dato solo se puede entender en comparación con otros. Según un análisis que hizo Carvajal con base en datos oficiales, la Empresa de Servicios Públicos de la Calera capta 59.616 metros cúbicos al mes para 6.026 usuarios. En un poco más de tres meses, la Pradera de Potosí captó lo mismo para 373 usuarios.
“Los caudales captados por Pradera de Potosí son extremadamente elevados, es supremamente alta la cantidad de agua que utilizan esas personas. Haz de cuenta que tienes un cubo que tiene por cada lado un metro, ellos están usando 15.000 cubos al mes, es una cantidad brutal”, explicó Carvajal.
Hay cifras que demuestran que el caudal captado por el club es elevado. Por ejemplo, el permiso de la Junta Administradora del Servicio de Agua Potable de la Vereda San Cayetano que permite la captación de un caudal de 0,13 litros por segundo abastece a 77 usuarios. Es decir, el permiso de La Pradera de Potosí es 49 veces más grande que el de la Junta Administradora, a pesar de que solo surte a una población 4 veces mayor.
La Asociación de Usuarios del Acueducto Rural Vereda el Manzano Quebrada la Chucua en La Calera tiene 103 usuarios y una concesión de 0,11 litros por segundo. Es decir, La Pradera de Potosí capta 59 veces más agua para atender a un poco más del triple de usuarios.
Piñeros, quien contestó un cuestionario vía correo electrónico, dio su versión sobre los niveles del consumo de agua en el club: “A pesar de atender a una considerable población residente (342 viviendas), los 2.600 miembros del club, 430 empleados y más de 15.000 visitantes mensuales, nuestro indicador de consumo per cápita es equiparable a los promedios de ciudades como Bogotá, lo que confirma un uso racional y responsable del agua”.
Aunque la concesión con fines domésticos es alta, la que tiene destinación recreativa casi la duplica.

Esquí acuático y otras necesidades
La Pradera de Potosí ocupa un área de 109 hectáreas. Quien tenga el dinero o los contactos necesarios puede entrar a disfrutar de un paisaje florido, acuático y con varias especies de animales. En un documento llamado “Guía de flora y fauna de la Pradera” se encuentra un inventario de la vida en el lugar: mirlas, canarios, perdices, toches, turpiales, garzas, zarigüeyas, cusumbos, zorros, mariposas, ranas, truchas; hortensias, bugambilias, lirios, dalias, magnolias. Eso se da gracias a los 25 lagos del club.
Esos cuerpos de agua también son ideales para el campo de golf de 18 hoyos que es una de las grandes atracciones del club. En la página de Pradera de Potosí lo promocionan así: “Los amplios y ondulados greens, los anchos fairways bordeados por un exigente roughs de kikuyo, los 94 bunkers y los 16 lagos artificiales, se complementan con el movimiento y las curvas que hacen de este campo, uno de los más espectaculares del país”.
Un ‘green’ es la zona que rodea al hoyo donde hay que embocar la pelota. El ‘fairway’ se refiere a la extensión de pasto que hay entre el punto de salida y el ‘green’. Los ‘roughs’ son las zonas por fuera del campo del golf, con un pasto más largo, al que a veces van a parar las bolas; y el kikuyo es una especie de césped apetecida por los golfistas porque es densa y eleva el nivel de dificultad del campo. Los 16 lagos artificiales se configuraron gracias a la concesión mencionada.
Otro de los lagos está destinado a la práctica de esquí acuático. En la página del club se encuentran algunos detalles sobre este cuerpo de agua que solo pueden disfrutar sus socios o invitados: “El lago tiene cuatro pistas reglamentarias para realizar slalom, figuras, salto y wakeboard, y cuenta con medidas del lago de 570 metros, una profundidad promedio de 1.80 metros, un ancho en el punto más angosto 55 metros, y en el punto más amplio 180 metros”.
Para tener cuerpos de agua de esa magnitud se necesita captar cantidades equivalentes de líquido. La información sobre el tema la encontramos por medio de un derecho de petición que VORÁGINE elevó ante la CAR. El expediente revela que el 30 de noviembre de 2017 esa entidad expidió la concesión para que Pradera de Potosí captara 12 litros por segundo provenientes de tres quebradas: El Asilo, La Pradera y Granada. El permiso de captación actual es de 11 litros por segundo.
Ni siquiera en los momentos más fuertes de la sequía, cuando en La Calera se declaró alerta roja, el club detuvo la captación de agua para llenar los lagos. En un informe conocido por este medio, del 2 de julio de 2024 (tres meses después de que empezara el racionamiento en La Calera), se lee: “teniendo en cuenta los bajos niveles de las fuentes hídricas no han realizado suspensión”.

“Nos preocupa bastante cómo se dispone el agua, para qué usos y obviamente quién ‘disfruta’ del agua cuando otras personas no tienen acceso a ella para lo básico”, dijo Carvajal. “La legislación es muy clara: hay una priorización del agua para consumo humano y luego sí para otros usos”, agregó.
Durante la sequía el caudal que captaba el club sí bajó, pero habría sido por cuenta de la escasez de agua y no por una decisión voluntaria. En el mismo informe de julio de 2024 se lee: “se encontró que en el momento de la visita el caudal derivado es inferior al otorgado correspondiente a 4.5 litros por segundo, esto como resultado de la época de verano”. Líneas más adelante dice: “Las fuentes han presentado variación en su oferta, niveles y caudal debido a la temporada de verano”.
Piñeros defiende el uso recreativo del que goza el club: “La concesión de agua de La Pradera de Potosí no constituye un acto de privatización del recurso. Se trata de un permiso de uso temporal de un bien público y nacional (el agua) que está sujeto a la vigilancia, control y cumplimiento de las condiciones impuestas por la autoridad ambiental (CAR)”. Incluso, aseguró que el sistema de lagos del lugar ayuda a “mitigar riesgos de crecientes e inundaciones en la zona”. En octubre de 2022 el club se inundó porque subió el nivel de una de las quebradas.
El gerente del acueducto de La Pradera de Potosí también aseguró que están garantizando el retorno de más agua de la que captan de las tres quebradas por medio de esa concesión. Dijo que para cerciorarse de eso tuvieron que importar equipos especializados en 2024. “Esta tecnología ha permitido cuantificar el retorno total del recurso. Gracias a la alta precipitación de la zona donde se ubica La Pradera de Potosí y a la capacidad de recolección de nuestros lagos, hemos comprobado que el caudal de agua devuelto al ecosistema es superior al 100% del caudal captado de la fuente superficial. Esto asegura el cumplimiento normativo y demuestra nuestra transparencia e impacto hídrico positivo en la gestión del recurso”, concluyó.
Poca voluntad de ahorro
La sequía completaba varios meses cuando la CAR emitió un concepto técnico el 10 de mayo de 2024 sobre las acciones de uso eficiente y ahorro de agua en La Pradera de Potosí. En el documento quedaron consignadas algunas inconsistencias: “Incumplimiento a las actividades de uso de aguas lluvias y reúso de aguas (…) Incumplimiento a las actividades de medición (…) Costos del programa de uso eficiente y ahorro del agua: no presentan presupuesto ejecutado para cada una de las actividades propuestas”.

Lo anterior evidenciaba que en el club no se tomaban acciones tendientes a usar el agua lluvia ni a reusar el agua, dos acciones importantes en un lugar donde, por ejemplo, hay 18 canchas de tenis, una estación de servicio y un taller automotriz.
De la respuesta que le dio Piñeros a VORÁGINE, se deduce que todavía no se han corregido esas inconsistencias: “Estamos realizando actualmente estudios de viabilidad para implementar formas complementarias que permitan incrementar significativamente el porcentaje de reúso de estas aguas lluvias”.
Las cuatro personas de las comunidades aledañas que entrevistamos para este artículo se sorprendieron cuando se enteraron de los niveles de captación de agua de La Pradera de Potosí. Carvajal advirtió las posibles consecuencias a largo plazo de un mal manejo del líquido: “Si nosotros no aseguramos la cantidad de ese recurso para un futuro, pues podríamos tener escenarios en los que desabastecimiento no sea igual que el año pasado, que tuvimos un de racionamiento de un año, sino que podríamos esperar racionamientos de periodos muchísimo más prolongados”.
El agua en la vereda San Cayetano de La Calera seguirá fluyendo de manera constante para que los socios de la Pradera de Potosí y sus amigos encuentren paz viendo un paisaje con animales, lagos para apenas acariciar la superficie con sus tablas de esquí, y cuerpos de agua en los que reposan pelotas de golf que algún jugador poco hábil golpeó. Al otro lado de la calle imploran para que no vuelva la sequía y, con ella, la sed.
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