El expresidente se defendió durante 2 días en medio del proceso por manipulación de testigos y fraude procesal. En su intervención omitió que le dio personería jurídica a cooperativas de reconocidos comandantes paramilitares.
13 de julio de 2025
Por: Nicolás Sánchez Arévalo. / Ilustración: Angie Pik
Paramilitares Convivir juicio Álvaro Uribe

El expresidente Álvaro Uribe Vélez se dirigió a la jueza Sandra Heredia durante 14 horas en medio del juicio que se adelanta en su contra por presunto fraude procesal y manipulación de testigos. En medio de su intervención, que fue transmitida por decenas de medios de comunicación, el líder natural del Centro Democrático se refirió a las asociaciones Convivir, unas cooperativas de seguridad que él impulsó cuando era gobernador de Antioquia bajo el argumento de que iban a ser un apoyo para la Fuerza Pública en áreas rurales. Esas organizaciones tenían acceso a armamento, radios y medios de transporte.

En medio de su exposición, Uribe intentó minimizar su papel en el fortalecimiento de esas cooperativas, muchas de las cuales fueron planeadas, fundadas y controladas por paramilitares. “En mi testimonio relaté cómo la Gobernación exigía todos los requisitos de ley para dar personería a una Convivir. También recordé cómo la vigilancia, el control y la asistencia correspondía a la Superintendencia de Vigilancia. Debo resaltar que las Convivir no se entregaban a amigos (…) Uno tenía que entregar la personería de una Convivir a personas que cumplieran con los requisitos de ley”, dijo. Lo que omitió es que él les entregó personerías jurídicas a varias Convivir de jefes paramilitares, como se verá líneas más adelante. Tampoco mencionó que integrantes de esas organizaciones perpetraron en 1997 masacres como la de Mapiripán (Meta) y la de Tocaima (Cundinamarca). 

Las Convivir, arropadas por Uribe, les permitieron a los paramilitares coordinar masacres y homicidios selectivos bajo una fachada legal, como está consignado en en decisiones judiciales, como una compulsa de copias de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que analizó a fondo las acciones de esas cooperativas. Además, accedieron a carnés, armas y radios de comunicación con todos los papeles en regla que eran utilizados para delinquir. Este es un recuento de lo que el expresidente omitió decir en el estrado de Paloquemao. 

Convivir de Urabá: sinergia entre la Gobernación y paramilitares

Las cooperativas Convivir fueron creadas por el gobierno de César Gaviria y reglamentadas durante la presidencia de Ernesto Samper. Como toda herramienta creada por la ley, cada gobernante tenía la potestad de usarla o no. Quien con más decisión impulsó esas organizaciones fue Álvaro Uribe Vélez, quien fue gobernador de Antioquia entre 1995 y 1997. 

Desde el principio hubo voces que alertaron a Uribe sobre el riesgo de que las cooperativas terminaran siendo apéndice de los paramilitares. El excoronel del Ejército, Carlos Alfonso Velásquez, le dijo a El Espectador que él mismo le advirtió al entonces gobernador que en Urabá las Convivir iban a terminar al servicio de los grupos criminales. El oficial conocía la dinámica de la región porque era el segundo al mando de la Brigada 17 con sede en Carepa (Antioquia).

Velásquez fue relevado de la Brigada el 1 de junio de 1996 y expulsado del Ejército en agosto del mismo año. Su salida se dio porque denunció que el general Rito Alejo del Río, por entonces comandante de la Brigada 17, era permisivo con los paramilitares. La institución, en lugar de darle trámite a la denuncia, sacó al oficial. Rito Alejo y la Gobernación de Uribe trabajaron en unión para impulsar las Convivir en Urabá.

Fue entonces cuando Uribe contrató en la Gobernación a Eduardo Duque Becerra. El contrato por prestación de servicios, que se ejecutó entre el 23 de septiembre y el 31 de diciembre de 1996, tenía como objeto: “implementar Redis, campaña ciudadanos vigilando, coordinación asociaciones Convivir”. Dos jefes paramilitares han hablado ante la justicia sobre Duque. Uno fue Ricardo Zapata Sierra, quien años después le contó a la Fiscalía que lo conocían en la organización criminal como “Pavarotti”:  “Él era amigo personal de Vicente y Carlos Castaño, se ufanaba de tener muchos contactos en la Cuarta Brigada de Medellín y de coordinar con Pedro Juan Moreno (secretario de Gobierno de Uribe) las Convivir de Antioquia”. 

Según Heber Veloza, quien comandó a los ‘paras’ en Turbo y Valle del Cauca, “Pavarotti” tenía contactos con ‘Lucas’, el encargado del centro financiero de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (ACCU) conocido como el ‘Parqueadero Padilla’. ‘Lucas’ respondía al nombre de Jacinto Alberto Soto y fue capturado en 1998, cuando la Fiscalía allanó un inmueble en Medellín que resultó contener la información financiera de ese grupo criminal. 

Contrato entre Álvaro Uribe y Eduardo de Jesús Duque Becerra, "Pavaroti".
Contrato entre Álvaro Uribe y Eduardo de Jesús Duque Becerra, “Pavaroti”.

Los documentos que Uribe firmó 

Para crear una Convivir se necesitaban tres documentos: la personería jurídica (que otorgaba el gobernador), un concepto militar favorable (expedido por el comandante militar de la zona de operación de la cooperativa) y una licencia de funcionamiento (que tramitaba la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada).

Uribe, en la Gobernación; Rito Alejo, en la Brigada; y un político llamado Hermán Arias Gaviria, en la Superintendencia, estaban comprometidos con el impulso de las Convivir. Otra persona que se la jugó por esas cooperativas, aunque lo hizo a la sombra, fue Raúl Emilio Hasbún, comandante desde inicios de 1996 hasta 2004 del Bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). 

Exdirectores de las Convivir de Urabá que rindieron indagatorias ante la Fiscalía en 2022, coincidieron en mencionar a otro hombre clave para el impulso en terreno de esas organizaciones: Alberto Osorio Mejía. Él, zootecnista y paramilitar bajo las órdenes de Hasbún, se desplazó a varios municipios de Urabá con la papelería necesaria para crear las cooperativas. 

La Gobernación también habría hecho gestiones en terreno para crear cooperativas. VORÁGINE conoció una indagatoria que adelantó la Fiscalía el 20 de mayo de 2022. En la diligencia, Óscar Hernán Jimenéz, un ganadero de la región, aseguró que un funcionario de esa entidad le planteó crear una Convivir en Chigorodó. Él aceptó y fue nombrado representante legal de la organización llamada ‘Chigorodó Alegre’.

Para que Uribe expidiera las personerías jurídicas se necesitaba entregar una documentación en la Gobernación. En los papeles estaban los nombres de quienes ocuparían los órganos directivos de las Convivir.

Jesús Ignacio Roldán, que era un integrante de la Casa Castaño desde 1988 y se conocía como ‘Monoleche’, le contó a un fiscal en una indagatoria del 9 de junio de 2022 cómo se gestaron las Convivir de Urabá: “Para crear esas Convivir Raúl Hasbún se reunió con Vicente Castaño en la finca ‘La 15’. Hasbún le propuso a Vicente crear unas Convivir. No estuve en la reunión, pero sí me enteré porque yo andaba a toda hora con Vicente. Se trataba de crear unas Convivir más que todo para poder legalizar que las empresas bananeras aportaran unos dineros a este grupo armado”.  

El nombre de Hasbún no aparece en la documentación oficial de las Convivir, pero su influencia se puede constatar en los archivos de creación de estas. Faber Leonel Londoño Londoño era revisor fiscal de cuatro de las cooperativas a las que Uribe les expidió las personerías jurídicas. Él no tenía ningún conocimiento sobre contabilidad, pero sí era una persona de confianza del comandante paramilitar. Londoño administraba una finca de Hasbún llamada El Cocuelo y trabajó en una empresa de la misma familia llamada Agropecuaria El Páramo. También, fue conocido en el grupo criminal como “Gustavo Alzate”, se desmovilizó en 2004 y fue condenado por recibir el dinero que algunos ganaderos le aportaban a la estructura armada de la cual él también hacía parte. 

“No sé por qué aparezco en eso (como revisor fiscal de cuatro Convivir). Yo ni sabía”, le dijo Londoño a un fiscal en una indagatoria que se adelantó el 18 de marzo de 2022. Es decir, el nombre y el número de cédula de un empleado cercano a Hasbún aparecieron en los documentos de fundación de las cooperativas, pero según él nunca le informaron. 

Documento presentado por una Convivir ante Álvaro Uribe Vélez.
Documento presentado por una Convivir ante Álvaro Uribe Vélez.
Documento presentado por una Convivir ante Álvaro Uribe Vélez en el cual se incluyó el nombre de Faber Londoño, trabajador de Raúl Hasbún.
Documento presentado por una Convivir ante Álvaro Uribe Vélez en el cual se incluyó el nombre de Faber Londoño, trabajador de Raúl Hasbún.

Otro trabajador de Hasbún fue incluído en los cuadros directivos de las Convivir. Gerson Mejía Urrego figuraba como revisor fiscal de las cooperativas Covitur y La Restauración en los documentos que le entregaron a Uribe. Él tampoco tenía conocimientos contables, era mensajero de la empresa del comandante paramilitar llamada Agropecuaria El Páramo. A la Fiscalía, en una indagatoria que rindió en febrero de 2022, le dijo que no sabía que habían usado su nombre en los documentos de fundación de esas organizaciones. Sin embargo, aceptó que recibía órdenes de Hasbún relacionadas con las cooperativas.  “Me decía que les colaborara (a los directores de las Convivir) si necesitaban alguna vuelta como comprar repuestos para las plantas eléctricas de las fincas y cosas así”, contó.

Documento presentado por la Convivir Covitur ante Álvaro Uribe Vélez.
Documento presentado por la Convivir Covitur ante Álvaro Uribe Vélez.
Anexo del documento presentado por la Convivir Covitur ante Álvaro Uribe Vélez. Gerson Mejía era trabajador del comandante paramilitar Raúl Hasbún.
Anexo del documento presentado por la Convivir Covitur ante Álvaro Uribe Vélez. Gerson Mejía era trabajador del comandante paramilitar Raúl Hasbún.

La que sí tenía conocimientos contables era una mujer llamada Luz Mery Álvarez. Ella rindió una indagatoria en abril de 2022 ante la Fiscalía, en la que contó que fue contadora de las empresas de Hasbún, que por pedido de él asesoró la contaduría de la Convivir Papagayo y que fue varias veces a sus instalaciones en Carepa. “Don Raúl decía que lo de la personería jurídica de las Convivir era con la Gobernación de Antioquia”, relató la mujer sobre las menciones que hacía su jefe acerca de las intenciones de constituir cooperativas.

Masacres y fachadas

Hasbún controlaba a la sombra, pero hubo otros paramilitares que sí figuraban en los documentos que fueron entregados a la Gobernación. Uno de ellos era Carlos Ardila Hoyos, quien desde 1995 era reconocido en Necoclí por comandar un grupo de paramilitares llamado Los Güelegues. La viuda de un hombre llamado Carlos Peroza Márquez, que fue asesinado por ese grupo criminal el 10 de enero de 1996, le contó a la Fiscalía en 2022 que ella sabía quiénes eran los responsables del hecho: “Fueron los paramilitares de ‘Carlos Correa’ que tenían la sede en el Totumo”. ‘Carlos Correa’ era el alias de Ardila Hoyos. En julio de 1996 el gobernador Uribe le dio personería jurídica a la Convivir dirigida por el comandante paramilitar y que se llamaba Costa Azul.

Un caso similar se dio con la Convivir La Palma. El Tribunal Superior de Bogotá fue enfático en una sentencia de octubre de 2013: “no cabe duda que desde 1996, fecha de constitución de la Convivir La Palma, dicha cooperativa de seguridad intentó cubrir con un manto de legalidad al Bloque Elmer Cárdenas (de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC)”. 

La Convivir La Palma obtuvo personería jurídica de parte de Uribe el 23 de julio de 1996. El representante legal que aparecía en los documentos allegados a la Gobernación era Luis Carlos Mercado Gutiérrez. Él también era comandante paramilitar. En noviembre de 1997, mientras perpetraba la masacre de La Horqueta (Tocaima, Cundinamarca), murió en medio de un intercambio de disparos con el Ejército. Entre sus pertenencias se encontró el carné de la Convivir. 

El secretario tesorero de la Convivir La Palma era Otoniel Hoyos Pérez, quien también hacía parte de la estructura criminal de Los Güelengues. Hoyos, quien respondía al alias de ‘Rivera’, fue comandante del Frente Costanero del Bloque Elmer Cárdenas. 

Personería jurídica expedida por Álvaro Uribe en favor de la Convivir La Palma, cuyos directivos eran dos paramilitares.
Personería jurídica expedida por Álvaro Uribe en favor de la Convivir La Palma, cuyos directivos eran dos paramilitares.

Alberto Osorio, el zootecnista clave en terreno para fundar las Convivir, también dirigió su propia organización que se llamaba Campesinos de Punta de Piedra. Uribe le otorgó la personería jurídica el 29 de noviembre de 1996. Osorio fue condenado en 2009 tras comprobarse sus vínculos con el paramilitarismo. La JEP reveló en una compulsa de copias de 2024 que él participó, junto a Hasbún, en la planeación de la masacre de Mapiripán (Meta) que dejó más de 49 personas asesinadas. Este hecho ocurrió entre el 15 y el 20 de julio de 1997.

El director visible de las Convivir en Urabá era Arnulfo Peñuela Marín, un capitán retirado del Ejército. Uribe le dio personería jurídica a su Convivir Papagayo, la más poderosa de todas, en noviembre de 1996. Peñuela fue condenado en 2010 porque se comprobó que era paramilitar al servicio de Hasbún. 

‘Monoleche’, el paramilitar que les administraba fincas a los Castaño, rindió una indagatoria ante la Fiscalía en 2022. En la diligencia aseguró que Osorio y Peñuela trabajaban para Hasbún. Esa acusación, comprobada por la justicia, coincide con  declaraciones rendidas por  excomandantes paramilitares como Fredy Rendón Herrera, ‘El alemán’, y Heber Veloza, ‘HH’. 

El propio ‘Monoleche’ tuvo una Convivir que también contó con personería jurídica expedida por Uribe. El 28 de agosto de 1997, el entonces gobernador expidió el documento en favor de la cooperativa Abibe. ‘Monoleche’, quien para entonces ya era reconocido públicamente en Urabá como paramilitar, fue nombrado como secretario tesorero. En medio de una indagatoria que se adelantó en abril de 2022 un fiscal le preguntó a Abad Cano, revisor fiscal de esa organización y comerciante reconocido en San Pedro de Urabá, que si para la época de la fundación de la Convivir se conocía la militancia de ‘Monoleche’ en los grupos paramilitares. Y esto  respondió: “Todo el pueblo lo sabía”. El representante legal era Luis Fernando Claros Guerra, contador personal de Vicente Castaño

Documento que le presentó la Convivir Abibe a Álvaro Uribe. Luis Fernando Claros fue el contador personal de Vicente Castaño.
Documento que le presentó la Convivir Abibe a Álvaro Uribe. Luis Fernando Claros fue el contador personal de Vicente Castaño.
Anexo del documento que le presentó la Convivir Abibe a Álvaro Uribe Vélez. En ese momento Jesús Ignacio Roldán, 'Monoleche' ya era un paramilitar reconocido en Urabá.
Anexo del documento que le presentó la Convivir Abibe a Álvaro Uribe Vélez. En ese momento Jesús Ignacio Roldán, ‘Monoleche’ ya era un paramilitar reconocido en Urabá.

En cargos claves de las Convivir  de Urabá figuraban curtidos paramilitares, a pesar de eso el gobernador firmó. La JEP llamó la atención en 2024 por la composición delincuencial de esas cooperativas. En una compulsa de copias emitida por ese tribunal se lee: “En documentos que reposan en los archivos de la Gobernación de Antioquia, el tema de la identidad de quienes constituían las Convivir, tanto en su parte directiva como operativa, no parecía importarles a las autoridades regionales, una omisión y negligencia inexplicables y difíciles de sustentar en momentos de tan alta violencia”.

En la indagatoria de 2022, ‘Monoleche’ resumió la naturaleza de las cooperativas amparadas por las personerías jurídicas expedidas por Uribe: “Una de las cosas por las que yo quería participar en esa Convivir era para que me dieran un carné porque si me paraban en un retén de la Policía, con solo mostrar ese carné pasaba como ‘Pedro’ por su casa”.

Una persona cercana a ‘Monoleche’ estaba en la Gobernación. Sor Enid Ospina Rendón fue  contratada en esa entidad entre el 1 de marzo de 1997 y el 1 de enero de 1999. Ella estaba asignada al despacho del gobernador. En 2014 la justicia descubrió que Ospina le manejaba negocios de palma a ‘Monoleche’, que además lo visitó en la cárcel cuando estuvo preso, y que tramitó el matrimonio con su esposa.  

Uribe no solo firmó las personerías jurídicas de las Convivir de los paramilitares, sino que en su momento defendió la figura legal ante la Corte Constitucional. Un grupo de defensores de derechos humanos interpuso una demanda para que se declarara inexequible la norma que creó esas cooperativas. VORÁGINE conoció el acta de una audiencia pública que se adelantó en la corte el 26 de agosto de 1997. La intervención de Uribe quedó consignada: “Afirmó que la demanda parte de un supuesto falso y es que las Convivir son una forma de paramilitarismo y observó que más que exponer argumentos jurídicos referidos al contenido jurídico de las normas acusadas, alude a las eventuales desviaciones en su aplicación”. Y agrega el documento: “Informó que la Gobernación de Antioquia ha sancionado a dos de esas asociaciones por la posible participación de uno de sus miembros en un hurto agravado y en constreñimiento”. Es decir, el entonces gobernador aceptó que la entidad que dirigía tenía potestad sancionatoria ante actos ilegales.

A pesar de las acciones ilegales en las que estaban inmersos los miembros de las Convivir, Uribe durante varios años defendió su legitimidad. En 1999 la Imprenta Departamental de Antioquia imprimió un folleto titulado, “La imagen de Colombia ante los organismos internacionales y las Asociaciones de Seguridad y Participación Ciudadana, Convivir”. En ese documento se lee un texto de autoría de Uribe: “Las asociaciones Convivir ayudan a proteger al minifundista que no alcanza a sufragar los costos de otros esquemas legales de seguridad privada y que integra los sectores populares golpeados por esta indiscriminada violencia”.

En su juicio, Uribe intentó descargar el control de esas cooperativas en la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, pero también se refirió a acciones en ese sentido de su Gobernación. “En Antioquia fueron 69 Convivir, como lo dije aquí, tuve que revocar la personería jurídica a unas tres o cuatro y en el país fueron más de 600”.

La JEP estableció que entre el 23 de julio de 1996 y el 28 de agosto de 1997 se crearon 16 Convivir en Urabá. La pregunta que queda es, ¿para qué sirvieron?

Asesinatos, plata y radios

Unas organizaciones planeadas, fundadas y controladas por paramilitares solo podrían ejecutar acciones paramilitares. Aunque la justicia no ha juzgado todavía a algún miembro de una Convivir por un asesinato, cada vez es más claro que esas cooperativas fueron determinadoras de varios homicidios en Urabá.

VORÁGINE conoció el video de un testimonio que, ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Medellín, rindió bajo juramento Jhon Jairo Álvarez, quien fue comandante de los paramilitares en el casco urbano de Apartadó. El exparamilitar le contó, el 17 de mayo de 2022, a la justicia detalles sobre la relación del grupo ilegal con las Convivir: “se intercambiaba información, nosotros le dábamos información a ellos que no podíamos ejecutar a equis persona, entonces les decíamos con el fin de que ellos trataran el tema más por el lado de la justicia. Ellos, a su vez, también lo hacían con nosotros: cuando había algún tema que no podían darle manejo y la persona ya era muy cagada o le estaba sapeando a la justicia o tenía vínculos con droga, nosotros lo que hacíamos inmediatamente era asesinarlo”. Álvarez matizó diciendo que también había integrantes de las cooperativas que no se relacionaban con los paramilitares.

Otros miembros de ese grupo criminal también le han contado a la justicia la relación con esas cooperativas. El excomandante paramilitar Jorge Iván Laverde, alias “El Iguano”, se refirió a ello en  Fiscalía: “(Las Convivir) servían como apoyo de informantes a las AUC, eran los encargados prácticamente de informar movimientos o sitios donde se encontraban los milicianos o grupos de guerrilla”.

Como bien se sabe los paramilitares asesinaban sin un juicio previo a personas inermes que no tenían derecho a defenderse. Además, los señalamientos contra alguien por pertenecer a los grupos guerrilleros eran ligeros y sin procesos de comprobación. Por eso, las labores de las Convivir suministrando listados de personas por asesinar constituirían crímenes de guerra que la justicia colombiana está en mora de investigar. Varios integrantes de las cooperativas también protagonizaron masacres como la de Mapiripán y La Horqueta.

‘Monoleche’ contó en su indagatoria lo que más influyó a los paramilitares para crear esas cooperativas en Urabá: “El que sacó la idea de las Convivir para llegar a las finanzas de esas empresas grandes, Chiquita Brands y muchas más, fue Hasbún. No las creó para nada más ni para defenderse de la guerrilla. Las crearon para que las empresas legales aportaran unos recursos a las Convivir para comprar fusiles, municiones, para todo eso. Fue una fachada de Hasbún para que esas empresas le aportaran recursos”.

Entre 1996 y 2004 decenas de empresas bananeras y ganaderas de Urabá les entregaron  miles de millones de pesos a los paramilitares. El esquema funcionaba así: a las Convivir iban a parar 3 centavos de dólar por cada caja de banano exportada. Estas, que solo eran una fachada del grupo criminal, recaudaron esos recursos que fueron determinantes para la expansión de las AUC. 

Por ese esquema de financiación, hay 10 ejecutivos de Chiquita Brands y de Banacol en juicio. Como lo advirtió VORÁGINE es muy probable que el caso prescriba en septiembre de 2025 y quede en la impunidad. Otros 14 bananeros fueron imputados en marzo de 2024 por presuntamente haber participado del mismo entramado.

Otra ventaja de las Convivir que aprovecharon los paramilitares fueron las armas y los radios legales. El general Rito Alejo del Río dio conceptos favorables para que esas cooperativas adquirieran subametralladoras, escopetas, pistolas y revólveres. Un exintegrante de una de esas cooperativas le dijo a VORÁGINE que tenían unos 350 radios en toda la región, Hasbún le dijo a la Fiscalía que podían ser 900. 

Este medio reveló que tras la desmovilización de Hasbún, Uribe lo habría presionado para que no entregara toda la verdad con la que se había comprometido ante el Estado. Dos personas que tuvieron acceso a los comandantes paramilitares cuando estaban en la cárcel de Itagüi le contaron a VORÁGINE que varios de ellos refirieron que los visitó Jaime Jaramillo Panesso, un escritor y político paisa cercano al expresidente Uribe y fallecido en 2020. Según ambas fuentes, Jaramillo le habría llevado una razón a Hasbún de parte de Uribe: que si empezaba a contar cosas que no le convenían a él y a los bananeros, lo iba a extraditar. 

Toda la trama institucional que se gestó alrededor de las Convivir está en la impunidad. Ningún funcionario de la Gobernación ni de la Superintendencia ha sido juzgado por esos hechos. El general Rito Alejo fue condenado por el asesinato de un campesino y ha sido mencionado por varios jefes paramilitares como un activo colaborador de ese grupo criminal. Sin embargo, no pesan condenas contra él por el apoyo a las fachadas de Hasbún. 

Le escribimos al expresidente Uribe pidiéndole una entrevista para conocer su versión sobre los hechos expuestos en esta investigación. Sin embargo, hasta el momento de la publicación no habíamos recibido ninguna respuesta de su parte.

El expresidente Uribe se encuentra en juicio por presunto fraude procesal y manipulación de testigos. De trasfondo están las denuncias que pesan en su contra por supuestamente haber sido uno de los creadores del Bloque Metro de las AUC. El sentido del fallo se conocerá el próximo 28 de julio. Pero, la justicia no le ha hecho ni sombra por sus actuaciones frente a la Gobernación que beneficiaron a los grupos paramilitares.

Si usted quiere conocer más detalles sobre el entramado criminal de las Convivir de Urabá le recomendamos visitar nuestro especial Chiquita Republic: el juicio histórico contra bananeros por financiación del paramilitarismo

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