28 de octubre de 2021
Dos de los profesores que le ayudaron en el fraude académico al senador liberal Julián Bedoya para conseguir su título de abogado en la Universidad de Medellín, fueron contratados por la alcaldía de Daniel Quintero, amigo y aliado político del congresista. Otro tiene un importante cargo en la Personería. Los tres fueron imputados por la Fiscalía y terminaron echados de la Universidad de Medellín.
El 4 de marzo de 2021 Vorágine contó que uno de ellos, John Mario Ferrer Murillo, suscribió, en nueve meses, tres contratos con la Alcaldía de Medellín para la “gestión jurídica de la Secretaría de Suministros y Servicios”.
Mientras se defiende en estrados judiciales por los líos del título fraudulento que le ayudó a conseguir al senador Julián Bedoya Pulgarín, el abogado Ferrer Murillo suscribió otro contrato que va hasta el 31 de diciembre de 2021 con el mismo objeto y en la misma secretaría por casi 50 millones de pesos.
En el entramado liderado por el exrector de la Universidad de Medellín, Néstor Hincapié, Ferrer Murillo presentó a Bedoya Pulgarín como coautor y asistente de la investigación titulada Normas jurídicas adscritas por la jurisprudencia constitucional al derecho fundamental de la libertad de expresión. El problema es que la investigación había sido publicada en 2018, cuando Bedoya apenas iba a reingresar a esa institución educativa. Ferrer también fue el evaluador del estudiante en todas las pruebas preparatorias, a pesar de que solo podía serlo en las del área política.
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Los otros dos
Pero Ferrer Murillo no es el único que cayó parado en la Alcaldía de Medellín. El exsecretario general de la Universidad de Medellín es ahora el secretario general de la Empresa de Seguridad Urbana (ESU). Se trata de Juan Felipe Hernández Giraldo, quien funge como representante legal de esta empresa y, por ende, vigila la contratación.
El gerente de la ESU es Edwin Muñoz Aristizábal, cuota del senador Julián Bedoya Pulgarín en la administración de Daniel Quintero, según fuentes consultadas por Vorágine.
El otro profesor es Julián Orlando Rendón Toro, quien es personero delegado en la Personería de Medellín desde el 11 de marzo de 2020. Rendón Toro fue profesor de la Universidad de Medellín desde 2013 hasta el 5 de julio de 2019 cuando fue despedido por el fraude que favoreció al senador Julián Bedoya.
No obstante, William Yeffer Vivas Lloreda, personero de Medellín y jefe inmediato del exprofesor del senador Bedoya, le dijo a Vorágine que no sabía que Rendón había trabajado en la Universidad de Medellín y mucho menos que lo habían despedido.
Vorágine: Personero, eso fue público y salió en varios medios. ¿Está seguro que no sabía?
Personero: No sabía de eso.
Vorágine: Y ahora que sabe, ¿qué opina?
Personero: Somos respetuosos de los principios constitucionales y legales, entre ellos la presunción de inocencia, si ante lo que afirmas mañana sale un fallo en su contra, tomaremos decisiones.
Rendón Toro, imputado por la Fiscalía General por el delito de falsedad ideológica en documento público, es ahora el personero delegado en lo penal, “que hace las veces de ministerio público en las comisarías asignadas”, aseguró el personero Vivas, quien también dijo que lo nombró porque estudiaron juntos una maestría, “lo conozco desde hace rato”, puntualizó.
Vorágine buscó a los exprofesores Julián Rendón, Juan Felipe Hernández, y al gerente de la ESU, pero al cierre de esta historia no habían respondido.
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El caso Bedoya
Según la Universidad de Medellín, para obtener el título de abogado, Bedoya Pulgarín presentó un total de 17 exámenes de octubre del 2018 a febrero del 2019, entre especiales, preparatorios y de suficiencia, e hizo hasta siete pruebas en un mismo día.
Aunque comenzó su carrera en 2001, tras haber sido expulsado de la Policía Nacional por robarse una pistola, la suspendió en diferentes periodos y reingresó tres veces a la universidad, la última, en 2018, con un promedio de 2.79.
Ese último reingreso fue irregular, concluyó la Facultad de Derecho, razón por la cual la Universidad de Medellín le anuló el título y despidió a los profesores involucrados en el fraude académico. Tres de ellos tienen hoy puestos en la Alcaldía de Medellín y la Personería, a pesar de que fueron imputados por la Fiscalía General por el delito de falsedad ideológica en documento público en calidad de coautores.
Los líos jurídicos del congresista liberal no han sido obstáculo para mantener e incluso ampliar la influencia que tiene en la Alcaldía de Medellín y en otros municipios de Antioquia, donde su esposa María del Pilar Rodríguez ha obtenido al menos 16 contratos con aliados políticos de Bedoya, que suman 567 millones de pesos.
Actualmente el senador Bedoya es investigado por la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de Educación. También espera respuesta recuperar su título de abogado vía acción de tutela contra la Universidad de Medellín, que perdió en dos instancias, y que fue escogida para revisión en la Corte Constitucional. Por reparto, el futuro académico del congresista liberal está en manos de la magistrada Paola Meneses Mosquera.